BREVE HISTORIA DE COLTABACO
- Katherin Galeano
- 23 oct 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 12 nov 2018
La primera mitad del siglo XX se caracterizó por la lucha mundial por el control del mercado tabacalero entre los grandes productores, esta fue una etapa de gran progresión tecnológica en la fabricación de cigarrillos, ya que hubo una aceleración creciente de las máquinas liadoras que pasaron de fabricar aproximadamente 500 cigarrillos por minuto en 1920 a 1.500 en 1940. Sin embargo, la crisis económica mundial de finales de la década de 1920 tuvo repercusiones en Colombia, este hecho afectó el comercio internacional, generando una crisis fiscal y bajando los precios del café, las consecuencias económicas y sociales afectaron las actividades empresariales en Antioquia y en todo Colombia, llevando a la quiebra financiera y generando acelerados cambios internos en las estructuras empresariales, en contraposición a la aguda crisis. Una de las transformaciones internas más comunes de las empresas es lo que Víctor Álvarez Morales llama “empresas de empresas”,es decir, la incorporación de pequeñas empresas a una gran estructura que contribuía a la expansión del mercado y la acumulación de beneficios.
La Compañía Colombiana de Tabaco (Coltabaco) fue una de las empresas que surgió bajo este modelo, como resultado de la unión de las fábricas Escobar Restrepo y Cía., la Compañía Industrial Unida de Cigarrillos, Ortiz y Cía., la Sociedad Tabacalera del Ruiz y la Compañía Colombiana de Tabaco de Bogotá. Coltabaco, se fundó por medio de la escritura pública No.138 del 27 de enero de 1919,la empresa contó con un monto inicial de mil pesos oro que se aumentaría más adelante a un millón de pesos por razón de incorporaciones en especie. Los socios fundadores fueron: Bernardo Mora, Luis E. Restrepo, Carlos Lleras Restrepo, Lisandro Ochoa, Gabriel Hernández y Basilio Uribe, siendo Bernardo Mora el accionista más destacado con el 50% de la compañía. Este grupo reunía los más representativos miembros de la élite empresarial conformada para inicios del siglo XX en Antioquia, lo que recogía como resultado experiencias industriales gestadas desde el siglo XIX que permitieron el fortalecimiento futuro de la compañía.
La producción de esta empresa unificadora, no se basaba en el cultivo, si no en la compra de tabaco a particulares para la fabricación y distribución de cigarrillos. Igualmente continúo produciendo los cigarrillos heredados de las otras compañías y lanzó al mercado nuevos productos, entre estos sus marcas insignia “Pierrot” (1922) y “Pielroja” (1924). El objetivo de la recién fundada Coltabaco era expandir su alcance a través de la incorporación de pequeñas fábricas en todo el país, principalmente en las ciudades de Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali, Cartagena, Bucaramanga y Pasto. De acuerdo con Jaramillo y Bernal, “con un capital de $1.414.000 oro colombiano, en 1923 la Colombiana de Tabaco era la empresa más grande en el departamento de Antioquia (Coltejer tenía un capital de $470.000, Fabricato $800.000, Rosellón 1.008.000) y una de las más grandes del país por lo menos en el sector industrial (superada posiblemente por Bavaria)” igualmente para 1924 tenía 390 empleados de los cuales el 71% eran mujeres (277) y el 29% hombres (133).
Desde su fundación, la gerencia de Coltabaco fue ocupada por Bernardo Mora, hasta que el 4 de marzo de 1921, la Junta Directiva nombró al ingeniero Juan de la Cruz Posada como Gerente general (1921-1932). Bajo el concepto de servicio de Posada se instauró el lema “Para progresar es necesario servir” es la frase que definiría la participación política de Coltabaco y los vínculos sociales que la compañía construiría a lo largo de su existencia con el país.
La organización de la empresa propuesta por el nuevo gerente fomentó el desarrollo tecnológico, se adquirieron equipos de gran capacidad productiva, se vincularon ingenieros de la escuela de minas como Rafael Uribe, gerente de Fábrica en Medellín, Julio Jiménez y Alonso Mejía, gerentes de fábrica en Cali, Luis Gómez Rodas administrador de Bogotá y Cali y se contactaron técnicos extranjeros para la capacitación del personal colombiano.

El producto insignia de la Compañía Colombiana de Tabaco es hasta hoy el cigarrillo “Piel Roja”, lanzado por primera vez en 1924. Para su elaboración se empleaban tabacos turcos, amarillos o americanos que más adelante fueron reemplazados con tabaco oscuro “Kentucky” y tabaco negro de Santander. Además de “Pielroja” salieron al mercado los cigarrillos “Pierrot” (1922), “Victoria” (1915) (producidos inicialmente por la fábrica Escobar, Restrepo y Cía.), los “Dandy”, “Ford”, “Corona” y “Galante” en 1925, el “Full Hand” (1928) y el “High Life” (1929) formados con picadura importada desde Estados Unidos. En la década de 1930 salieron las marcas “Bandera y Dominó”, “Venus” (1932), y “Excelsos” (1937). Así mismo, la compañía continuó con la fabricación de antiguas marcas como “La legitimidad”, “Elegantes” e “Hidalgos”.
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